LA ALTAGRACIA- La Unidad de VIH-SIDA, que opera en el Hospital Materno Infantil Nuestra Señora de La Altagracia, informó este lunes que actualmente brinda servicio a 2,400 pacientes activos y que otros 520 han abandonado el programa.
Albania Melo, encargada del Programa de Atención Integral de ese centro de salud, destacó que el país se ha comprometido en lograr que el 95% de las personas que viven con VIH conozca su estado serológico y esté en tratamiento con antirretrovirales, utilizados para controlar el virus y mantener la carga viral indetectable. Además, subrayó que el objetivo es que los pacientes puedan reintegrarse a la sociedad sin complicaciones de salud.
Respecto al aumento de casos en la localidad, argumentó que esto se percibe más debido a la búsqueda exhaustiva de nuevos casos para garantizar una atención oportuna mediante la realización de pruebas. En relación con esta meta, el país ha intensificado la búsqueda de nuevos casos, lo que implica la realización de más pruebas.
Melo explicó: «Mientras más pruebas se realizan, más diagnósticos oportunos se obtienen, permitiendo que las personas reciban los medicamentos adecuados». Las pruebas se llevan a cabo diariamente en el centro, y la cantidad depende de diversos factores. Melo aclaró que normalmente realizan entre ochocientas y mil pruebas al mes.
Además, reveló que personas de todo el país acuden en busca de asistencia, ya que la provincia es un polo turístico y estas personas se desplazan para trabajar en la zona. «El paciente que tiene esta condición suele ser migratorio, nómada, le gusta ir de un lugar a otro porque no lo conocen», señaló.
Sobre los tratamientos para personas de otras regiones, indicó que se proporciona el medicamento por un período más prolongado, de tres a seis meses, según la necesidad del paciente y cumpliendo con los reglamentos establecidos.
Explicó que los medicamentos se entregan de manera gratuita mes a mes, y los pacientes son clasificados para la entrega, ya sea por meses, trimestres o más. También se les realizan chequeos rutinarios y análisis para determinar en qué esquema deben estar. «Los esquemas son los tipos de medicamentos que damos, clasificados en primera, segunda y tercera línea. Si un paciente no responde a un medicamento, lo pasamos a otro», añadió.
La especialista detalló que trabajan con un equipo de navegadores, quienes dan seguimiento a los pacientes, les recuerdan sus citas y procuran evitar que abandonen el programa, llegando a una etapa de SIDA y, por ende, poniendo en riesgo sus vidas.
En cuanto al suministro de medicamentos, sostuvo que actualmente no tienen déficit, ya que los reciben mensualmente con fechas de cortes y pedidos. «Por lo general, no llegamos a un desabastecimiento. Nunca hacemos el pedido con el almacén en cero; se realiza de acuerdo a lo que tienen y lo que falta para completar, haciendo una proyección», concluyó.