Por Esteban Cabrera
Nueva York: El expresidente estadounidense, Donald Trump, confesó en una reciente entrevista concedida a la cadena hispana Univisión que el gobierno iraní lo llamó para pedirle que le permitiera simular unos ataques a las bases militares estadounidenses en Iraq tras la muerte del general Qasem Soleimani.
Estados Unidos mató al general iraní Qasem Soleimani en un ataque con drones ordenado por el entonces presidente Donald Trump. Los restos deteriorados de dos vehículos calcinados marcan el lugar donde tuvo lugar el ataque, en la carretera del aeropuerto internacional de Bagdad. Qasem Soleimani era comandante de la fuerza élite Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán.
La reacción de Irán no se hizo esperar; el Ayatolá Jamenei irrumpió en los grandes titulares de noticias con una amenaza explícita contra Estados Unidos. “Una implacable venganza espera a los criminales.” En un mensaje a través de Twitter, el líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, advirtió que “la venganza será implacable”, al tiempo que declaraba tres días de duelo por la muerte de Soleimani. El comandante de la milicia iraquí Abu Mahdi al-Muhandis, asesor de Soleimani, también murió en el ataque. Jamenei declaró tres días de duelo nacional en Irán.
Javad Zarif, ministro de Relaciones Exteriores de Irán, describió el ataque como un “acto de terrorismo internacional” y añadió que EE.UU. “es responsable de todas las consecuencias de su deshonesto aventurismo”.
“Los iraníes estaban sublevados, como una rana creída buey”
Los falsos ataques montados por los iraníes a las bases militares fueron un favor que le hizo Trump para tapar la vergüenza ajena.
Días después de la muerte del general, Irán desencadenó una andanada de ataques con misiles balísticos contra bases iraquíes que albergan fuerzas estadounidenses. Esa acción dejaba a Irán ante la opinión pública fuerte y desafiante, mostrando al mundo que había cumplido con sus amenazas de vengar a su máximo general que había sido despescuezado como un pollo por un dron norteamericano mientras subvertía células terroristas en Iraq.
Trump reveló que los iraníes lo llamaron para acordar un simulacro que le permitiera salir de una encrucijada de su imagen: “Ellos nos llamaron para decirnos, “vamos a volver a atacarte, pero no vamos a dar al objetivo, una base militar. ¿Tú sabes a qué me refiero?” Dijo Trump para luego agregar: “Pero fue una noche increíble. Enviaron de 18 a 50 drones. Unos se autodestruyeron y el resto no dieron al blanco de la base sino fuera de ella, nadie resultó muerto, pero ellos nos llamaron, me llamaron a mí y me dijeron, mira, esto es Irán, tenemos que salvar nuestra imagen. Irán que supuestamente es tan hostil, cuando yo era presidente nos respetaban. Yo no los respetaba a ellos, pero yo quería llegar a un acuerdo con ellos y esa fue la mejor salida”, explicó dejando entender que todo fue un simulacro preparado para salvar las apariencias de Irán.